Hoy abrí mi correo y me encontré con esta sorpresa… nuevo disco en vivo de Animal Collective. 40 dólares, triple vinil, edición limitada a 2000 copias numeradas a mano (súper clavado). Me hubiera encantando que también hubieran sido de colores, pero no se puede todo en esta vida.
El disco en vivo sale como un previo al nuevo material que se supone lanzarán este año. Oficialmente se estrena el 4 de este mes (septiembre 2015) pero para los atascados como yo, puedes escucharlo desde ahorita descargando la versión digital en mp3 o wav de 16 y 24 bits que se incluye en la compra del disco físico.
Me parece una buena compilación de los últimos discos que venían haciendo desde el maravilloso feels al no tan cohesivo Centipede Hz. Hay diversas curiosidades en la selección musical que hacen poner atención. Primero, sólo cuenta con 5 canciones del Centipede Hz ( y no, no son Today’s Supernatural, Applesauce ni Wide Eyed), vienen 2 del EP Fall Be Kind (I Think I Can y What Would I Want? Sky) y también tocan el sencillo Honeycomb, evidentemente no pueden faltar Did you see the words o The Purple Bottle del feels; My Girls y Brothersport del Marriweather Post Pavilion y Peacebone del Straberry Jam.
Comenzamos con Amanita del Centipede Hz, lo primero que se nota es la voz. Suena muy cruda, algo floja, pero poco a poco te va metiendo al viaje. Un poco triste debo aceptar (y digo triste porque es una cuestión de imaginar y en algunos casos recordar, no estar viviendo la experiencia), pero conforme avanza la canción puedes imaginarte saltando en cualquier pequeño venue de tu localidad.
Un pequeño fade y conectamos con un clásico de esta banda, Did You See The Words del feels, un disco que sirvió para que la banda empezara consolidarse como uno de los favoritos alternativos allá en el 2005. Se siente un poco de nostalgia al escuchar esta canción. Pensar en los años pasados y cómo han evolucionado. Buena manera de hablar con los fanáticos del pasado e invitar a los nuevos a seguir escuchando.
La primer sorpresa y que me pacere un plus enorme, es incluir este sencillo, Honeycomb, la versión me parece cumplidora, aunque a ratos se siente un poco vacía. Aún así, se agradece la atención al detalle de agregar una canción suelta a lo que me gustaría llamar un compilado en vivo.
Una vez más, se ligan canciones. Un arpeggio comienza a sonar, a subir intensidad, Panda Bear suelta unos uh oh’s… se acerca un momento especial. My Girls del Marriweather Post Pavilion, me parece, la más conocida de AnCo. Avery Tare no tarda en entrar al juego de voces y nos subimos a un vuelo directo al espacio sin un rumbo fijo, las estrellas y las galaxias se vuelven las guías de este tour intergaláctico.
Volvemos al Centipede Hz con Moonjock, una de esas canciones que a veces no recuerdas en qué disco de la banda la escuchaste y te sorprendes al saber de donde viene. Lo complicado en canciones tan sintéticas es encontrar el balance perfecto entre la saturación de sonidos análogos y digitales. Esta me parece una de las canciones más desafortunadas de la compilación, corre con la suerte de tener un cierre muy divertido, climático y estresante.
Volvemos a entrar al viaje, se va creando una atmósfera que nos lleva a la bonita y pacífica New Town Burnout. Dan ganas de tirarse de espaldas en el pasto, el piso, la cama, la alfombra o donde sea a mirar el cielo y alucinar. Me encanta la canción, pues sientes como si alguien te acariciara con ternura y de repente aplicara más fuerza, sin lastimarte, sólo haciéndote sentir. Esta es una de las canciones que más me hace pensar en los Beach Boys de Brian Wilson y la manera en que las voces están resueltas con sintetizadores me parece fascinante. Canción también del Centipede Hz.
Entre aplausos y repeticiones se pierde el sentido del aquí y ahora. Uno toma el camino fácil y se deja llevar por la música y la instrospección del ser. I Think I Can del Fall Be Kind llega a recordarnos por qué ese EP fue tan sonado en 2009 y por qué dos de sus canciones ocupan un lugar en este disco en vivo. La magia de los Beach Boys sigue ahí, tersa y suave vestida por un mar de reverberaciones.
Parece venir el cortón, un grito perdido se deja escuchar previo a Pulleys. Los delays y reverberaciones en las voces han ido aumentado canción por canción. La versión no termina por levantar. Se siente más como un track de transición que uno con intención de ser contundente (transición de poco más de 15 minutos). Un track más del Centipede Hz, definitivamente el disco menos cohesivo de la banda.
Salimos del estado zombie y empezamos a levantar con What Would I Want? Sky (feels). Los loops de voces más la batería de Panda Bear despiertan y recuperan la atención en esta realidad. Mirar por la ventana de tu cuarto, tu sala o donde sea que tengas tu tornamesa tendrá un nuevo sentido. Que siendo sincero, el juego entre el bajo y la batería me suena a unos Flaming Lips del 2002.
Entramos a terreno muy conocido y bien planchado. Peacebone empieza a sonar, la única canción del alucinante Strawberry Jam. Una versión muy fiel a la original. Me hubiera gustado sentir más punch. Por lo regular, cuando la escucho quiero ponerme a brincar y a gritar, pero en esta mezcla le falta ser más contundente.
Encore…
Regresa la banda a tocar, suena mi favorita del Centipede Hz, Monkey Riches. No hay mucho que decir, buena canción para comenzar la despedida.
Otra que no podía faltar del Marriweather Post Pavilion, música bailable y pachanguera, sólo hay que escuchar el bombo, los sintes y ese sonido de güiro electrónico para saber que Brothersport viene a dejarte queriendo con más de los AnCo.
El cierre de este compilado en directo viene con la canción más icónica y controversial de la banda. The Purple Bottle, del feels, la cual cuenta con un sampleo de la canción de Stevie Wonder, I Just Called to Say I Love You. Mejor manera de terminar un en vivo de Animal Collective no se me ocurre.
En general me parece un disco mediano. Siempre es difícil editar un buen en vivo (ahora sólo viene a mi cabeza el Black Rebel Motorcycle Club: Live). Hay que destacar la sensación del espacio. Una mezcla en directo que a veces se siente floja, pero que te recuerda que escuchas a un Animal Collective en directo. Ellos solos, sin la monstruosidad de efectos, compresores y ecualizadores que un estudio te ofrece. Definitivamente es un disco pensado en los fanáticos y reitero, me agrada la idea de poder tener ciertas sorpresas sonoras además de las canciones que podría considerar clásicas en el repertorio de Animal Collective.